TAK, «nomen omen», un nombre técnico que deriva de una de las principales propiedades que deben poseer los adhesivos sensibles a la presión, utilizados para la producción de dispositivos para el monitoreo de plagas.
La TAK se define como la capacidad de un adhesivo para adherirse a otro objeto o superficie bajo una presión muy ligera. Está determinada por la capacidad del adhesivo de «mojar» rápidamente la otra superficie con la que entra en contacto.